El Coronavirus se usa para los ataques de phishing y malware

Más allá de la alerta sanitaria, el Coronavirus ya está comenzando a mostrar sus repercusiones a nivel finanzas, dentro del canal y la industria TI, y ahora también dentro del mundo de la seguridad informática. Y es que los ciberdelincuentes están aprovechando el temor para lanzar una serie de nuevos ataques y campañas de phishing y malware, suplantando a las principales organizaciones sanitarias internacionales.

Según los datos publicados por el Security Lab de Hornetsecurity, desde principios de febrero se ha podido observar un notable aumento en el número de correos electrónicos enviados en nombre de la propia «Organización Mundial de la Salud» (OMS), así como los «Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades».

En estos mensajes se ofrecen, entre otros ejemplos, los supuestos listados de nuevos casos bajo sospecha de infección dentro del área circundante del usuario, al que se le pediría proporcionar una dirección de correo electrónico y una contraseña para poder confirmar su posible exposición al virus. Se trata así de un método clásico diseñado para interceptar datos personales, con los que poder tratar de acceder otros datos y cuentas del usuario.

No obstante, también se han detectado numerosos casos en los que se ofrece un enlace de descarga o un documento adjunto en los que se promete información sobre el protocolo de emergencia y las medidas de seguridad a tomar para protegerse contra la infección. Unos enlaces y documentos que en realidad esconden diversos virus y ransomware que puede poner en riesgo no sólo el equipo de quien lo abra, sino todo sistema y la infraestructura TI conectada al mismo.

Cómo protegerse de los ataques phishing y malware

Dado que la comunicación por correo electrónico corporativo sigue siendo la puerta de entrada número uno a los ciberataques, siempre es recomendable ofrecer y promover mecanismos de protección eficaces para ambos empleados y clientes. Y es que aunque a veces pueda resultar más difícil diferenciar estos correos electrónicos de phishing, tampoco es imposible:

  • Siempre debemos revisar detalladamente la dirección de correo del remitente, ya que en gran medida esta suele revelar el verdadero origen del mensaje; si esta corresponde, o si además del propio nombre del remitente contiene números crípticos, se trata de una señal de advertencia.
  • Otros indicadores comunes son las faltas de ortografía o las formaciones gramáticas incorrectas (derivadas de la traducción rápida) o los diseños no profesionales o poco elaborados.
  • En caso de no conocer al remitente o recibir un correo no esperado, siempre es preferible certificar su proveniencia antes de abrir o descargar cualquier URL o archivos adjuntos.

Fuente: MuyCanal